Resumen:En México, prevalece un impacto diferenciado entre la participación económica y financiera de las mujeres respecto de los hombres, situación que vulnera su esfera personal, de autocuidado, familiar, laboral y social al limitarse su posibilidad de ahorro y flujo de efectivo, por lo que se requieren estrategias efectivas que les permitan su inserción formal dentro de la población económicamente activa. La educación financiera es un mecanismo elemental que sensibiliza tanto a la población económicamente activa como a las propias instituciones en la necesidad de fomentar el uso de forma consciente de diversidad de productos financieros que hoy existen; sin embargo, se requiere que éstos sean perfeccionados bajo la perspectiva de género, más aún, cuando estadísticamente existe una brecha económica entre hombres y mujeres. Hablar del sector financiero implica plantearnos todas las posibilidades de participación, tanto de hombres como de mujeres desde la toma de decisiones corporativas y políticas, sin ello, no podríamos verdaderamente referirnos a la emisión de productos y servicios financieros con una visión que realmente logre posicionar a las mujeres como consumidoras, igualando a los hombres en este sector de acuerdo a sus propias necesidades lo cual, necesariamente, implica hacer un análisis desde diversas aristas, como lo son las oportunidades educativas, laborales, de no discriminación y, sobre todo, sociales, a partir de los estereotipos y roles de género que, hasta la fecha, prevalecen.
Abstract:In Mexico, a differentiated impact prevails between the economic and financial participation of women compared to men, a situation that violates their personal, self-care, family, work and social spheres by limiting their ability to save and cash flow, for which Effective strategies are required that allow them to be formally inserted into the economically active population. Financial education is an elementary mechanism that sensitizes both the economically active population and the institutions themselves to the need to promote the conscious use of the diversity of financial products that exist today; however, it is required that these be perfected under the gender perspective, even more so when there is statistically an economic gap between men and women. Talking about the financial sector implies considering all the possibilities of participation, both for men and women from corporate and political decision- making, without it, we could not truly refer to the issuance of financial products and services with a vision that really manages to position women as consumers, equalizing men in this sector according to their own needs, which necessarily implies making an analysis from various angles, such as educational, employment, non- discrimination and, above all, social opportunities, from the stereotypes and gender roles that, to date, prevail.